Zülüf accede a casarse con Kenan para evitar un derramamiento de sangre entre las familias

Bedir, Zeliha, Müslüm y Zülüf llegan a casa de Kevsa, donde les espera la familia Cibranoglu al completo y el patriarca.

El anciano sabio da a ambas familias las gracias por haber arreglado las diferencias entre ellos. Bedir asegura al patriarca que ha acudido a casa de Zevsa para pedir la mano de Nefise para su hijo Müslüm y Kevsa, por su parte, también, pide la mano de Zúlüf para su hijo Kenan.

El patriarca pregunta a Zülüf si está de acuerdo con este matrimonio pactado y la joven, que es muy sincera, le confiesa que no. No entiende cómo después de que Ökkes la haya arrojado a un pozo, debe casarse con su hermano Kenan. Asegura al patriarca que ella ya ha pagado su deuda.

En ese momento, Ökkes pierde los nervios y saca su arma y apunta a Müslüm y a Bedir dispuesto a acabar con sus vidas si Zülüf no accede a desposarse con Kenan. Al final, la hija de Zeliha se ve obligada a aceptar la voluntad del patriarca para evitar así un derramamiento de sangre.