Azra vuelve a la casa de Ipek y Deren para despedirse, pero se encuentra con una agradable sorpresa

Deren, Ipek y Çilem están hablando en casa sobre todo lo sucedido. Ipek y Deren están sorprendidas con el desprecio con el que Çilem habla de ellas y de su madre. En el fondo, Çilem no tiene demasiado interés en intimar con ellas.

En esto que llega Azra porque quiere hablar con las que hasta ahora eran sus hermanas. Azra les comunica que se marcha y que ya no la volverán a ver nunca más. Les pide a Ipek y a Deren que sean buenas con ella y que la perdonen por todo lo sucedido.

Ipek y Deren no están dispuestas a aceptar esa decisión. Hay un cadáver de por medio y no están dispuestas a que Azra cargue con todas las culpas, como se ha comprometido a hacer si la descubren. En el fondo Ipek y Deren quieren mucho más a Azra que a Çilem.