Son cuatro miembros en la familia y un amigo que usualmente vive allí, la casa es un auténtico desastre, hay suciedad por todos lados, ropas, instrumentos, no hay manera de tener una mente clara para la inspiración con tanto desorden. No hay ni una sola habitación de la casa que se salve, la cocina y el baño son dos vertederos y grandes focos de infecciones. Kim y Aggie tienen una ardua tarea por delante.

Empezando por ordenar la ropa, desinfectar el baño y quitar el polvo del ventilador y de los instrumentos, Kim y Aggie nos enseñan unos buenos trucos de limpieza como con un poco de pasta de dientes y agua puedes dejar la plata sucia en perfecto estado, aunque este truco solo funciona con plata auténtica.

Tras unas duras lecciones de limpieza a la familia, Kim y Aggie dejan la casa de estos músicos relucientes. ¿Conseguirán mantenerlo? Dos semanas después volvemos a la casa y comprobamos que la cosa no parece ir mal del todo aunque la habitación de matrimonio empieza a desmoronarse nuevamente...