Rubí no quiere que Alejandro descubra realmente dónde vive

Las cosas junto a Alejandro han ido mejor que bien. Rubí ha encontrado a un hombre atento, guapo y, sobre todo rico. De esa manera Rubí podrá llevar a cabo su plan. Alejandro se empeña en llevar a Rubí a casa y ella le dice una dirección que nada tiene que ver donde vive. No quiere que Alejandro descubra su barrio.

Tras despistarle, Rubí se presenta en casa feliz y enamorada de un hombre rico. Su madre le advierte que el dinero no hace feliz a las personas, pero eso Rubí no lo quiere escuchar.