¿Conseguirá sobrevivir?
Mariana se debate entre la vida y la muerte: un tratamiento radical es su única esperanza
Mariana lucha por su vida: un tratamiento radical podría ser su última esperanza.
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El estado de salud de Mariana es cada vez más delicado y los médicos temen por su vida. La hija de Pedro Villarreal sufre un paro cardíaco, pero, afortunadamente, consiguen estabilizarla. La doctora que se ocupa de Mariana no se muestra optimista con el pronóstico de la joven y confiesa a los Salvatierra que la enfermedad de la hermana de Soraya se está expandiendo y no saben cómo pararla para que no vaya a más. "Es importante que estéis preparados para lo peor", les asegura a Luis Alberto y a su familia.
El joven millonario está roto de dolor y lo mismo le ocurre a Britny, su íntima amiga, ninguno de los dos conciben la vida sin ella.
El padre Guillermo acude al hospital para interesarse por su protegida Mariana. Sabe que su vida pende de un hilo y está decidido a darle la unción de los enfermos por si la joven acaba falleciendo, algo que disgusta enormemente a Luis Alberto que se niega a perder a su novia.
El padre Guillermo se acerca hasta la habitación donde está Mariana y le unge la frente con aceite de oliva y recuerda cuando Rafael Montenegro, padre de Soraya, le contó en confesión que Mariana era su hija y le encomendó que la cuidara si a él le llegase a pasar algo. Además, le pidió que ocultara su verdadera identidad a su mujer y a su hija Soraya.
Cuando parece que ya no hay ninguna esperanza para Mariana, llega al hospital un prestigioso doctor para intentar salvar la vida de la joven. Según el estudio que le realiza, la hija de Pedro Villarreal tiene una disfunción de la médula que provoca una alteración en los glóbulos rojos y eso pudo provocar la muerte. Cree que la causa principal de su estado es una reacción a algún medicamento o a un alimento. Nadie se imagina que ha sido envenenada por Soraya y que por eso está así.
Para dicho médico, el único tratamiento posible para que logre sobrevivir es aplicarle un corticoide, pero advierte a Luis Alberto que, si el diagnóstico es el equivocado, la joven podría acabar falleciendo. Al final, el hijo de don Alberto corre el riesgo y pide a los doctores que lo intenten.
Mientras tanto, Soraya recibe en su casa a Matilde que está enormente preocupada por Mariana. La empleada del hogar de los Salvatierra siente animadversión por la hija de Pedro Villarreal, pero no desea que la joven muera. Está muy arrepentida y está dispuesta a contar a don Alberto la verdad, pero la malvada hija de Rafael Montenegro le recuerda que si se sincera con la familia Salvatierra perderá su trabajo y podría acabar en prisión por ser su cómplice. Para tranquilizarla y asegurarse de que no hable, le entrega una cuantiosa cantidad de dinero y le afirma que lo que le han suministrado a Mariana solo es una pócima para que se desenamore de Luis Alberto.
Mariana consigue despertarse. Todos se alegran excepto Soraya. Parece que su vida ya no corre peligro. El doctor Murillo la sube a planta para seguir tratándola hasta que se recupere del todo.
La malvada hija de Rafael Montenegro no está dispuesta a rendirse. Su objetivo es asesinar a Mariana y no va a parar hasta conseguirlo. Llega de incógnito al hospital e intenta ahogarla con una almohada, pero no consigue llevar a cabo su plan porque aparece en la habitación Murillo para revisar sus constantes vitales.
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