Mateo sigue preguntándose quiénes eran sus padres

Mateo se siente incómodo en la hacienda. Desde hace tiempo hay una pregunta que ronda su cabeza, aunque hasta ahora no parecía haberle dado demasiada importancia. Mateo le pregunta al doctor Aaron quiénes eran sus padres. El doctor no le puede dar una respuesta concreta.

Aaron le responde lo que todo el mundo en el pueblo conoce, incluido el propio Mateo. Que hubo un gran incendio y que sus padres murieron. Don Patricio se apiadó de él, le cogió cariño y se lo llevó a la hacienda para que cuidara de los caballos.