La sutil amenaza de un ciudadano ruso a Lady Felicia Montague a cuenta de un collar de perlas

Lady Felicia ha acudido a la embajada de Gran Bretaña en Rhodesia donde el gobernador va a dar un discurso. Se encuentra allí porque su marido ha invertido en una mina de diamantes. Mientras espera el comienzo del acto, se le presenta una extraña persona.

Se trata de Nicolai Soloviev, un ciudadano ruso con intereses también en la región. Después de algunas palabras de cortesía, Nicolai le pregunta a Lady Felicia por cuánto dinero le vendería un collar que ella tiene. Nicolai asegura que en su origen, el collar perteneció a su familia y que tras la revolución bolchevique fue robado de su casa y vendido en el mercado negro.

Lady Felicia está sorprendida con la petición, pero asegura no tener intención de desprenderse del collar pues se trata de un regalo familiar. Es entonces cuando las pretensiones de Nicolai adquieren otro cariz.