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Vicente y Natala se han reconciliado pero Olga no está dispuesta a que su amor funcione

Cuando todo parecía que volvía a la normalidad entre Vicente y Natalia, llega Olga con una noticia que lo pone todo patas arriba.

Mi fortuna es amarte

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Los problemas serios en la relación entre Vicente y Natalia se han logrado solucionar entre ellos. El amor que sienten el uno por el otro es más fuerte de lo que nadie hubiera imaginado y se reconcilian delante de todo el mundo. El momento en el que las cosas vuelven al principio se produce durante la celebración del 15 cumpleaños de la hija de Natalia. En medio de una fiesta que ha reunido a familiares y amigos, Vicente y Natalia escenifican en público su reconciliación para el disgusto de Adrián y de Olga.

Mi fortuna es amarte

Cuando todo parecía que volvía a la normalidad, Olga tiene un plan para dinamitar la relación de Vicente. Aparece por su casa con unos papeles del hospital en los que asegura que está embarazada. Según Olga el único padre posible es Vicente, pues los datos del embarazo coinciden con la noche en la que logró engañarlo para estar juntos. Aquella noche en la que Natalia los descubrió y provocó la crisis entre ella y Vicente.

Mi fortuna es amarte

Chente no se acuerda de mucho y niega que él pueda ser el padre, pero los documentos del médico confirman el embarazo de Olga y él tiene vagos recuerdos de lo que ocurrió aquella noche. Esta noticia puede provocar la ruptura definitiva de su relación con Natalia. Olga no pierde el tiempo y acude a verla para decirle que espera un hijo de Vicente. Cuando todo parecía volver a la normalidad en su relación con Vicente, Natalia vuelve a dudar de que su futuro junto a él sea posible.

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