El amor es ciego ... sobre todo para Mithal
Mithal no sospecha el motivo por el que Ünzile le lleva la comida a la tienda
Ünzile no es más que una persona más del servicio de la mansión para Mithal, pero ella piensa otra cosa del hijo de Seyit Alí.
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Ünzile lleva trabajando para los Karadag desde hace tiempo. Forma parte del servicio y siempre acude a cualquier cosa que le pidan. Desde hace tiempo está enamorada en secreto de Mithal, el pequeño de los Karadag. Sabe que la relación entre ambos puede ser imposible, pues pertenecen a distintas clases sociales y ella cree que Mithal no se ha fijado en ella para nada. Aún así, está siempre dispuesta para ayudarle y llevarle cosas, aunque suponga un gran esfuerzo. Lo que Ünzile no sabe es que Mithal sólo tiene ojos para la farmacéutica de Antep.
Por su parte Mithal no ha reparado demasiado en ella. Ahora que no acude a dormir a la mansión porque está Melek, Mithal recibe la comida en la tienda y es Ünzile la que se la lleva encantada, pero él no ve nada más que buena voluntad y amabilidad por parte de la joven.
Quien sí que se ha dado cuenta de que Ünzile tiene interés en Mithal es Kadriye, la mujer de Mahmut y la persona que más está haciendo por perturbar la ya poca paz de la mansión. Cuando Ünzile descubre que Kadriye conoce sus sentimientos con Mithal, se sonroja, pero la mujer de Mahmut solo está interesada en cómo puede aprovecharse de los sentimientos de Ünzile.
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