El Chófer de los Koroglu se siente atraído por ella
Nalan, devastada por la muerte de su padre, encuentra en Haydin el consuelo y el cariño que tanto necesita
Devastada por la muerte de su padre, Nalan halla en Haydin el apoyo que necesita para sobrellevar su dolor.
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Nalan está desolada tras la muerte de su supuesto padre Adil. Ella no sabe que, en realidad, es su abuelo. Lo acaba de enterrar y regresa de nuevo al cementerio donde reposan sus restos. "Es tan duro saber que no volveré a estar contigo papá", le dice entre lágrimas. El chófer de los Koroglu, Haydin, la acompaña y le muestra su apoyo y cariño. Él sabe por lo que está pasando. Su madre y su hermano fallecieron hace ya algún tiempo y él tampoco encontraba consuelo.
A la mañana siguiente, Nalan le pide a Haydin que la lleve a dar un paseo. Necesita despejarse, pero en el trayecto no puede evitar revivir los momentos felices que vivió junto a Adil y el impacto devastador de su muerte repentina. Además, las palabras frías de su madre, Feride, tras la pérdida de su progenitor, resuenan sin cesar en su mente: "No debes llorar ni lamentarte. Debes recomponerte y ser fuerte. Si lloras, te dejaré y te quedarás sola". Estas frases, lejos de ayudarla, hacen que se sienta aún más sola y vulnerable.
Abrumada por la tristeza, Nalan no puede contener el llanto. El dolor de la ausencia de Adil es demasiado grande, y no sabe cómo afrontará su vida sin él. Al ver su sufrimiento, a Haydin se le parte el corazón. Sin dudarlo, se acerca y la abraza con ternura. "Nunca voy a dejarte sola", le dice, mostrando el profundo cariño que siente por ella.
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