Rigoberto Murillo, el peón que sólo tiene ojos para Isabela

Rigoberto vive frustrado. Es un tipo apasionado y orgulloso pero está resentido por trabajar como peón en la Hacienda El Primor. Fuerte, musculoso y sensual aunque inculto y elemental. Es hijo de Carmelo y amigo de la infancia de Rafael (José Ron).

En realidad envidia la fortuna de Rafael pero no porque quiera dinero para él, sino porque lo necesita para retener a Isabela, a quien ama con locura. Es un ingenuo y siempre ha creído en la promesa juvenil que ella le hizo: que cuando regresara a Ichámal, después de estudiar, ambos volverían a estar juntos. El amor por Isabela es su gran debilidad.

Ángela lo convence de estudiar y superarse, pero su obsesión por Isabela le traerá fatales consecuencias.