Que le causa un gran dolor
Nazli toma una de las decisiones más difíciles de su vida
Nazli toma una decisión que le parte el alma, pero sabe que es lo correcto.

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Alí encuentra a Ismet, el padre de Nazli, tirado en el suelo frente a la casa de su hija. Está borracho y apenas puede mantenerse en pie. Se avergüenza de que Vefa lo vea en ese estado, pero su vicio puede más que él. "No soy mala persona, y quiero mucho a mi hija", le asegura a Alí.
El joven médico lo sabe, pero le reprocha que no sea capaz de luchar contra sus adicciones. "Tienes puntos débiles, y si no luchas contra ellos, nunca podrás cambiar", le responde, muy serio.
El protegido de Adil ya no está dispuesto a ocultarle la verdad a su novia. "No me queda otra opción que decírselo a Nazli", le confiesa.

A la mañana siguiente, Vefa se encuentra con Gülengül en el hospital y le cuenta que vio a su padre borracho. Al principio, a ella le cuesta creerlo. "Es imposible, lo ha dejado", le responde con seguridad.
Está convencida de que no puede ser cierto, ya que ella es quien hace la compra en casa y apenas le da dinero, para evitar que tenga la tentación de beber. Lo que no sabe es que Alí le ha estado prestando dinero, creyendo que Ismet lo empleaba para cubrir sus necesidades más básicas. Al enterarse, Gülengül se enoja con su novio y le pide que la deje sola.

Esa misma noche, Nazli le revela a su padre que ya sabe toda la verdad. Ha descubierto que sigue siendo alcohólico, que le pidió dinero a Alí y que ha estafado a Günes. Muy serena pero, sin perder el control, le dice que será la última cena entre ellos. Le asegura que, pese a todo, no está enfadada, pero no está dispuesta a que él siga formando parte de su vida.

Al terminar de cenar, Nazli le entrega dinero y unos medicamentos para el dolor de su pierna. Su padre, lleno de culpa, le dice que es "una mala persona". Sin embargo, Gülengül no lo ve así. "No lo eres. Simplemente, has dedicado tu vida entera a beber", le responde. Y con tristeza, se despide de él.
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