Momento destacado
Helena se enfrenta a su peor momento: cárcel para Juan Carlos, un bebé en camino y la trágica muerte de Adriano
Helena al límite: su gran amor tras las rejas, un hijo en camino y la pérdida de Adriano.

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Helena está furiosa con Juan Carlos. Descubrió que se hizo pasar por Eva María, su mejor amiga, para ganarse su confianza, una traición imperdonable para la madre de Lalito. Aun así, el empresario le suplica una última oportunidad para explicarse y ella, con el corazón dividido, accede a escucharlo.
En la reunión, Juan Carlos le confiesa que todo lo hizo por amor. Pero Helena ya no le cree. "¿También por amor te hiciste pasar por Eva, mi mejor amiga?", le reprocha con dureza.

Él intenta justificarse diciendo que adoptó esa identidad para estar cerca de ella y protegerla, pero sus excusas no convencen. Helena se siente engañada y humillada, y le cierra definitivamente la puerta a una reconciliación.
Poco después, la policía lo detiene. Le informan que no podrá salir bajo fianza y que será trasladado a prisión hasta que se celebre el juicio.

Mientras tanto, Helena recoge los resultados de una analítica y recibe una noticia inesperada: está embarazada de Juan Carlos. La madre de Lalito rompe a llorar y solo logra compartirlo con su madre, decidida a ocultárselo tanto a su hijo como al padre del bebé, preso en la cárcel.
Al día siguiente, más serena, Helena visita a Adriano en el hospital para interesarse por su salud. La hija de Silvia le confiesa que conocía la existencia de Juan Carlos, aunque ignoraba que fingiera ser Eva María. En un momento de confianza, Helena le revela que espera un hijo suyo.

En la sala de espera está Plutarco, que finge preocupación por su cuñado, aunque en realidad solo desea su muerte. Y su deseo se cumple: Adriano fallece, causando dolor en todos, salvo en Ramos, que en silencio celebra el desenlace.
"Espero tener la fuerza para seguir adelante. Ahora sí, me he quedado completamente solo", dice entre lágrimas delante de Moreno.
Al verle tan abatido, Helena se conmueve. Su corazón, aún roto por el engaño de Juan Carlos, decide darle a Plutarco una nueva oportunidad, con una única condición: que mantenga la relación en secreto.

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