Yaman le cuenta a Mira cuáles eran sus sueños de pequeño y ella le habla de sus inquietudes y los problemas con su madre. A pesar de los mundos tan diferentes de los que proceden, ambos descubren que tienen algo en común.
Nalan está embarazada y ya es de dominio público, pero a pesar de la felicidad del tema, hay algo de lo que Nalan está muy harta: la relación de Sedat con Cana.