El padre de las hermanas Cevher aparece de improviso cuando todos pensaban que estaba muerto

Es la gran celebración del día en Estambul. La poderosa abogada Çolpan Cevher celebra su aniversario en medio de una enorme fiesta y rodeada por sus seres queridos. Todo discurre con alegría y felicidad, aunque Azra ya le ha dicho a su madre la mala noticia de que abandona el bufete para fichar por otro de la competencia, después de que su madre le mintiera con la idea de retirarse y dejarla a ella al frente del despacho.

Çolpan no lo ha digerido muy bien, pero ya poco puede hacer por evitar la marcha de su hija. A pesar de este contratiempo, la fiesta sigue su curso, pero algo mucho más gordo está a punto de suceder. En mitad de la celebración hace su aparición Faruk. Se trata del marido de Çolpan y que todos creían muerto. Su llegada provoca una verdadera conmoción sobre todo en su mujer y sus hijas.

Çolpan no puede creer que esté allí y le pide que se marche por donde ha venido. Mientras, Azra tampoco le da la bienvenida. Sigue muy dolida por su ausencia, ya que conoce los motivos que provocaron su marcha. Sanem no da crédito a lo que ve y Günes, que es la única que nunca le conoció, ve la oportunidad de retomar una relación paternal que nunca tuvo cerca.

A la mañana siguiente todavía resuenan los ecos de lo ocurrido en la mansión de los Cevher. Çolpan no parece muy recuperada y el resto intenta olvidar lo ocurrido. El caso es que Faruk se presenta en la cafetería de Günes y ella aprovecha la ocasión de llamar a sus hermanas para que vengan. No les ha dicho nada de los motivos.

Cuando Sanem y Azra llegan, se encuentran con la presencia de su padre allí. La primera reacción de Azra es la de salir, pero Günes cierra con llave la puerta de la cafetería y obliga a su hermana a quedarse y escuchar lo que su padre tiene que decir. Es demasiado para Azra que deja muy claro los motivos reales de la marcha de su padre y no está dispuesta a perdonarle.