Ha llegado el momento de verse las caras
Nazim comete un grave error en su relación a distancia con Nehir que le puede traer grandes problemas
Nazim está en una encrucijada. la mujer con la que mantiene una relación a través de Internet le ha enviado por vez primera una foto suya y ahora le pide que él haga lo mismo.
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Nazim y Nehir mantienen desde hace algún tiempo una relación afectiva a través de Internet. Ambos se sienten muy cómodos con ella y se cuentan de todo en esas conversaciones. Ninguno de los dos conoce el aspecto físico del otro, pero eso está a punto de cambiar.
Después de dar uno de sus golpes habituales, Nehir se pone a chatear con Nazim para relajarse. Se siente muy feliz y cómoda hablando con él y, tras haber dado un nuevo golpe, necesita sentir el cariño de Nazim al otro lado de la línea. Por su parte, Nezim sigue en su casa en la presa, el lugar donde trabaja. Se encuentra muy apartado de los núcleos urbanos y hace allí casi toda la vida diaria. Hablar con Nehir le hace sentir bien y lo más importante de todo para él, nadie le juzga por su aspecto físico. Una cicatriz enorme le recorre la cara, lo que le ha llenado de inseguridades y timidez.
Durante la conversación, Nehir se lanza y le manda una foto suya para que la conozca. Cuando Nazim la ve se queda de piedra la darse cuenta de la belleza de la mujer con la que está hablando, pero hay un problema; Nehir le pide que también él le mande una foto suya. Las inseguridades y dudas de Nazim salen a flote y él no sabe muy bien qué hacer. Teme que si le manda una foto suya, ella le rechace debido a su aspecto físico. Así que comete una tontería y le manda la foto de uno de los trabajadores que están a punto de entrar a trabajar en la presa. Él se autoconvence de que en cualquier caso, ella nunca sabrá la verdad porque no se van a encontrar jamás.
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