Calixto muere lentamente al ver el sufrimiento de su hija

Fernanda ha vuelto al rancho de su padre, Calixto, para refugiarse del dolor que siente. Pero, aún estando cerca de sus seres más queridos, los demonios de su noche de bodas no dejan de acecharla.

Por un lado, el estado de salud de su padre, que se ha enterado de todo lo que ha pasado, ha empeorado mucho. Además, Fernanda no deja de tener pesadillas horribles en las que se reproduce una y otra vez lo que sucedió el día que se casó con Santiago. El dolor que los ojos de Fernanda reflejan hace que su padre se vaya apagando lentamente y que, al final, muera de pena. Entonces, es cuando Fernanda no puede sentirse más sola y rompe a llorar desconsolada.