Una ancestral tradición turca
Comienzan los preparativos para la doble boda de Zehra y Ali y Berfin y Ferman
Los Kirman no están dispuestos a suspender la doble boda de Zehra y Ali y Berfin y Ferman. Así son los preparativos de un casamiento tradicional turco.
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Pese a todos los intentos de Azad, Melek, Zehra y Ali para suspender la boda, finalmente, no es posible y la familia Kirman, aprovecha que el hijo mayor de Zümrüt está hospitalizado tras ser disparado accidentalmente por su hermano Ali, para comenzar lo antes posible con los preparativos del enlace. Quieren casar a ambas parejas de un día para otro.
La madre de Berfin, Behiye y Gülsüm, la madre de Zehra, acompañan a las novias a comprarse las alianzas. Debería ser un día feliz para las jóvenes, pero Zehra está muy triste. Tan solo tiene 13 años y, casarse tan pronto, le va a cambiar su destino para siempre. Quería estudiar y formarse para ser profesora de mayor, pero teme que su boda con Ali, le impida cumplir sus sueños. La que sí disfruta de los preparativos del enlace es Berfin. Por fin, la hija de Kadim podrá a casarse con el hombre de su vida: Ferman.
Tras escoger una sortija para darse el sí quiero, toca elegir el vestido de novia y la seda para el velo y las telas bordadas con hilos de plata u oro que llevarán el día que den el sí quiero a sus respectivas parejas. Behiye, que tiene muy buen gusto, no escatimará en gastos, ya que, en la tradición turca, el vestido de novia es un símbolo de riqueza y buenos augurios para el futuro matrimonio.
Tras un día agotador eligiendo Berfin y Zehra sus looks, celebran la 'noche de henna', o lo que es lo mismo, su despedida de solteras en la mansión de los Kirman. Es una fiesta solo para mujeres y es tradición que las novias se vistan de rojo con un velo de seda que les cubra la cabeza mientras su familias y amigas las rodean cantando y bailando con una tarta de velas en las manos.
Mientras tanto, los novios, acompañados de sus allegados más íntimos, se reúnen para tomar café y té y charlar. Rashit está pletórico. Va a casar a su hijo Ferman con una de las jóvenes más ricas del pueblo.
Sin embargo, Kadim y Devra no están muy contentos con el enlace. Ferman es de origen humilde y hubieran preferido que Berfin se hubiera casado con un joven de su estrato social. Kadim tiene la solución perfecta para que el hermano de Zehra no sea una deshonra para su familia: trabajará en el negocio familiar, la tienda de telas.
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