Behiye le revela a su hija Berfin su secreto mejor guardado... Si Nujin lo descubre, será su fin y el del resto de su familia

Kadim y Behiye están muy preocupados al ver que Cemal cada vez se encuentra mejor. Temen que recobre la memoría y recuerde todo lo que pasó hace ya 15 años.

Los padres de Devra no están dispuestos a que el padre de Azad se recupere e idean un plan: envenenar su comida. Un día, a punto están de acabar con la vida de Berfin por error. Están todos en la mesa dispuestos a comer y Berfin, que se encuentra en la cocina, decide probar el plato de setas de su tío que ha preparado su maléfica madre.

Cuando Behiye se percata que su hija ha comido de dicho plato, muy asustada, le confiesa que la setas son venenosas y que debe expulsarlas para no intoxicarse. Se excusa ante su primogénita asegurando que las cogió por equivación.

Sin embargo, Berfin sospecha que su progenitora le está ocultado algo y su madre se ve obligada a contarle el gran secreto que ella y su marido Kadim llevan años guardando tan celosamente.

Le explica a su hija que, hace ya un tiempo, unos delincuentes secuestraron a su tío Cemal y exigieron dinero a su padre para poder liberarlo, una recompensa que, jamás, percibieron los malhechores. "Todo fue culpa de tu tío, les plantó cara y, luego, recibió su mereció y no iba a pagar tu padre por su error", confiesa Behiye a su hija y le pide que sea discreta y que no revele a nadie lo que le ha contado porque, si la abuela Nujin llegase a descubrirlo, Devra y Kadim pagarían las consecuencias y Cemal y Zümrüt acabarían quedándose con todas las propiedades y riquezas de la familia Kirman.