Las brutales heridas de Soledad por los latigazos de su madre preocupan a Pepa

Soledad está encerrada en su habitación tras recibir unos latigazos de su madre al descubrir esta que su hija se acostó con Juan Castañeda. Francisca está dispuesta a terminar con la relación de los jóvenes sea como sea. La amenaza de la matriarca de los Montenegro a los Castañeda es clara, si Juan vuelve a acercarse a Soledad, expulsará a toda su familia de sus tierras.

Nadie puede visitar a la joven en la habitación ni siquiera Tristán, pero Pepa consigue convencer a Francisca para que la deje examinar las heridas de su hija pequeña y curarlas. Pepa está preocupada por la salud de Soledad, la joven tiene las heridas infectadas y podría correr peligro su vida.