Jesús, Damián y Samuel quieren acabar con Augusto lo antes posible
Los Guerrero tienen un contacto que podría destruir a Augusto, pero Montalvo se encarga de hacerlo desaparecer
Los hermanos Guerrero están más cerca de desenmascarar a Augusto. Tienen un contacto que podría acabar con él, pero Ruiz Montalvo se encarga de eliminarlo.
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Gabino, el hijo de Beltrán, visita de incógnito el taller mecánico de los Guerrero. Augusto lo está buscando para acabar con su vida, al igual que ha hecho con su padre. A Beltrán lo asesinó a sangre fría al acusarle de defraudar a varios labradores. El marido de Victoriana se quedó con las tierras de ellos injustamente al igual que hizo con Octavio Sánchez, el padre de los hermanos Guerrero.
Gabino está dispuesto a desemascarar a Augusto a cambio de protección. Jesús y Damián le acompañan a la comisaría para oficilizar la denuncia, pero Ruiz Montalvo, que es un hombre con muchos contactos, descubre la intención de Gabino y envía a Federico para asesinarlo.
En un despiste de Damián, Gabino se acerca al baño y, cuando quiere darse cuenta, hallan su cuerpo sin vida en el servicio. Jesús está convencido de que Federico ha sido el que lo ha matado.
Al llegar a casa, Jesús y Damián comunican a Adrián y a Samuel lo sucedido y el hermano mediano de los Guerrero les informa que él y Jesús van a seguir adelante con el plan de seducción a Doménica y Carlota. Quieren destruir al marido de Victoriana por todas las atrocidades que ha cometido. "Las hijas de Augusto son la llave para entrar en la familia Montalvo", asegura Jesús a sus hermanos.
Samuel, que es un hombre con un gran corazón, discrepa de ellos. No ve con buenos ojos que Carlota y Doménica sean la cabeza de turco. Damián le recuerda que Augusto acabó con la vida de su padre y que, ahora, debe pagar por sus delitos.
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