Damián idea un plan para seducir a Doménica, la elegante hija de Augusto Ruiz Montalvo

Damián vive con sus hermanos Jesús y Samuel en un local donde tienen un taller mecánico de coches. Jesús lo ha comprado a buen precio y su ubicación es ideal, justo enfrente de la mansión de Augusto Ruiz Montalvo.

Los jóvenes buscan vengar la muerte de su padre Octavio Sánchez y culpan al acaudalado empresario de acabar con su vida, así que, para acercarse a él y ganarse su confianza, montan su taller de coches al lado de su residencia.

Los jóvenes planean cómo arruinarle la vida. Damián idea un plan para seducir a Doménica, la elegante hija de Augusto, y así llegar hasta el malvado Montalvo.

Una noche Damián llega al taller y se pone a tocar la guitarra sobre el techo de su furgoneta y Doménica, que está en el balcón de su habitación, lo ve y se miran fijamente. Al hermano de Jesús le parece una joven atractiva, pero sus intenciones con ella no van a ser honestas.

El destino quiere que Damián y Doménica vuelvan a coincidir. Esta vez en el taller mecánico. La joven ha ido a recoger su coche que se ha averiado. El joven no deja de vacilarla y la hija de Augusto se siente cohibida y decide llevarse su vehículo de allí, aunque todavía no esté arreglado.

Damián se arrepiente de sus comentarios inapropiados a Doménica en el taller y se acerca hasta la mansión de los Montalvo para pedir disculpas a la joven. Admite que le gastó una broma y reconoce que fue de mal gusto. Doménica se muestra distante y fría con él. Damián es demasiado impulsivo y descarado con ella y eso descuadra a la hermana de Carlota, una joven educada que no está acostumbrada a recibir halagos tan directos por parte de un hombre.