Nilüfer ha dejado de reconocer a Fatih en la mirada de su marido. Vuelve a ver al Metin que la maltrataba en sus ojos. Así ha reaccionado cuando ella le ha pedido el divorcio si no saca a Elif de prisión.
Convencido de que está muriendo, Akif decide confesar su pecado más oscuro en una carta dirigida a Ömer. Pero tras descubrir que su diagnóstico es un error, comienza una carrera contrarreloj para evitar que la verdad salga a la luz.