Ömar ha encontrado el paradero de Fatih, la casa de Tayar, y ha decidido entrar hasta dentro y llevarse a su cuñado. El plan no le ha salido del todo bien.
La desesperación empuja a Şengül a cruzar una línea sin darse cuenta del peligro. En su intento por ayudar a sus sobrinos confía en su amiga Himil, pero todo se complica y los servicios sociales acaban llevándose a Emel.