La psicopatía de Tayyar llega hasta límites insospechables. Ha secuestrado a Nilüfer, la ha encerrado en un piso y ha dejado unas pistas en una especie de juego sucio. Para que sobreviva tendrá que adivinar qué significa cada una.
Tras investigar en el mercado, Jimena conoce la trágica historia de Libia y sospecha que los hermanos Reyes podrían estar planeando algo contra su familia.
Asiye y Ayaz interviene en la discusión de una pareja que estalla frente al puesto de perritos calientes donde trabajan. Su intento de ayudar termina con una denuncia inesperada y unas horas en el calabozo.