Uno de cada tres bebés españoles nacerá gracias a una donante de óvulos

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Uno de cada tres bebés españoles nacerá gracias a una donante de óvulos

Crece la demanda de donantes de óvulos para tratamientos de reproducción asistida. El 40% de los ciclos de fecundación in vitro que se realizan en España son debidos a la edad materna avanzada. Y es que, según datos de la Clínica Ginefiv, aumenta a 39 años la media de edad en que las mujeres buscan el embarazo.

La demanda de donantes de óvulos va en aumento en España, debido a la edad en que las mujeres deciden ser madres. Y la ovodonación es para cerca del 30% de las mujeres que desean ser madres a edades avanzadas la única solución para conseguirlo. Para ello, se necesita recurrir a mujeres dispuestas a donar solidariamente sus óvulos. De hecho, se prevé que en el próximo año uno de cada tres bebés nacidos en España a través de reproducción asistida lo hará gracias a un óvulo donado. “La media de edad de las mujeres que acuden a clínicas de reproducción asistida en busca del deseado embarazo ha aumentado en los últimos cinco años de 37 a 39, según datos de la Clínica Ginefiv. A esta edad, el 70% de los óvulos están alterados genéticamente dando lugar a embriones con errores cromosómicos, no viables para dar lugar a un recién nacido sano”, explica la Dra. Victoria Verdú, especialista en ginecología.

Según el registro de la Sociedad Española de Fertilidad de 2015, el 40% de los tratamientos que se realizan en España es por edad materna avanzada. Por este motivo, muchas parejas dependen de la solidaridad de mujeres jóvenes, sanas y fértiles que decidan donar sus óvulos para ayudarles a tener un bebé. Se trata de una técnica que se emplea en parejas cuyo problema de esterilidad puede verse solucionado con óvulos de una donante o para aquellos que corren el riesgo de transmitir patologías genéticas a su descendencia. Las gestaciones por donación tienen una tasa de éxito del 57%, multiplicando por siete las posibilidades de embarazo en mujeres de más de 40 años.

Las mujeres que han vivido de cerca la frustración que se vive cuando se desea tener un bebé y no se puede son las más concienciadas con la importancia de la donación. “Motivaciones personales y mujeres muy concienciadas con los valores solidarios son las que se animan a donar sus óvulos”, explica la doctora Verdú. Para ser donante es necesario tener entre 18 y 35 años, no padecer antecedentes personales o familiares de enfermedades hereditarias graves, ni de alguna patología ginecológica, y no ser portadora de enfermedades de transmisión sexual. “La donación en España es anónima, garantizándola tanto para la donante de óvulos como para la pareja receptora. Además, una vez extraídos los óvulos, debemos encontrar su receptora idónea. Deben pasar por un programa de donación de ovocitos para valorar la compatibilidad genética entre la donante y las posibles receptoras de modo que asegure que sean genéticamente compatibles”, detalla la Dra. Verdú.

La vitrificación de ovocitos antes de los 35 años ayudaría a solucionar la creciente demanda de donantes en España y asegura la maternidad a edades posteriores, manteniendo la carga genética de la madre. Es la única técnica que permite a la mujer preservar sus óvulos para que puedan ser fecundados en el futuro con garantías de éxito.

“A partir de los 35 años aumentan las dificultades para concebir, además de que a mayor edad disminuye la reserva ovárica y la calidad de los óvulos. Por este motivo, vitrificar ovocitos para utilizarlos si se decide postergar la maternidad a edades más avanzadas evitará depender de la donación de una donante, y poder optar a tener hijos en el futuro con la carga genética propia, no la de una donante”, explica la Dra. Verdú.

Hasta hace pocos años, la vitrificación de ovocitos se relacionaba con mujeres que deseaban asegurar su maternidad antes de someterse a un tratamiento oncológico. Sin embargo, el retraso de la edad para tener un bebé hace de esta técnica una opción más para las mujeres que desean posponer la maternidad hasta edades más avanzadas, por encima de los 35 años. Según datos de la Clínica Ginefiv, desde 2013 se ha multiplicado por cuatro las mujeres que deciden recurrir a la vitrificación para asegurar su maternidad.

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