Para montar la tarta, cubre la tartaleta con la crema pastelera, coloca encima las fresas de pie y píntalas con el almíbar. Decora con una ramita de menta.

INGRTEDIENRTES PARA 4 PERSONAS

800 g de fresas, 1 oblea de pasta quebrada, 80 g de mantequilla, 7 hojas de gelatina, 100 g de confitura de fresas, ½ l de agua, ½ cucharadita de pimienta, 1 rama de menta


Para la crema pastelera: 
½ l de leche, 3 yema de huevo, 1 huevo, 75 g de azúcar, 35 g de harina de maíz refinada, ½ rama de canela

Forra un molde de tarta con la pasta quebrada. Coloca en la base un trozo de papel de horno y pon encima unos garbanzos para que hagan peso y así no suba la masa. Hornéala a 190º C durante 12- 15 minutos.

Para la crema pastelera, coloca en un bol 3 yemas y un huevo entero, el azúcar y la harina refinada. Mezcla todo bien. Pon a cocer la leche con un trocito de canela en una cazuela. Cuando empiece a hervir, vierte poco a poco la leche a la crema sin dejar de batir. Vuelca todo de nuevo a la cazuela, retira la canela y cocínala a fuego suave sin dejar de remover hasta que espese. Deja reposar.

Para el almíbar, remoja la gelatina en agua fría. Escúrrela e introdúcela en un cazo con un poco de agua y la confitura de fresa. Remueve bien hasta que se diluya. Deja que se enfríe.

Limpia las fresas y retírales el pedúnculo. Calienta la mantequilla en una sartén. Retira del fuego, añade las fresas y pimienta al gusto. Saltea las fresas brevemente en la mantequilla caliente.